miércoles, 3 de junio de 2015
Las flores del chantaje
Una vez me contaron una historia sobre un sacristán
que ocultaba con compras de flores sus pagos a la mafia. Parece que las flores
son utilizadas, aunque de otro modo, como objeto de chantaje por el lobby gay: pueden
comprar en cualquier sitio las flores para sus casorios, pero es preferible ir
primero a un lugar donde sabes que te lo negarán: se les denuncia como
discriminadores y se arriesgan a una sanción que puede arruinarlos. Una vez más,
se trata de afirmar quién manda aquí. Por el terror, como los otros.
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